De tropiezo se puede calificar la derrota en casa del Santa Pola frente al Atlético de Catral, a juzgar por la diferencia de calidad entre ambos equipos demostrada sobre el terreno de juego. Y es que, una vez más, la falta de gol condenó a un Santa Pola muy voluntarioso y que llevaba la iniciativa del juego pero sin acierto.
Una primera parte anodina, en la que la mayor parte del juego se desarrollaba cerca del área visitante pero sin apenas ocasiones, finalizó en empate a cero goles gracias, en parte, a la gran actuación de Riki, que desbarató la única gran ocasión de la que disfrutaron los de la Vega Baja. Por parte de los de Avilés sólo hubo que contabilizar una clara ocasión en la que el balón salió muy cerca del palo y un disparo raso cruzado que acabó golpeando en la cepa del poste.
En la segunda mitad la tónica fue la misma, aunque con más presión aun de los locales sobre la meta visitante. El gran número de ocasiones de las que disfrutaron en esta segunda parte dejó en evidencia la falta de acierto que viene acusando el equipo desde el último tramo de liga de la temporada pasada. Sin embargo, en el minuto 65, en el primer acercamiento claro de los visitantes, y tras aprovechar un error defensivo, el Atlético de Catral consiguió el único gol del encuentro al quedarse el delantero solo ante Riki el cual nada pudo hacer por evitarlo. A partir de ese momento el partido fue un monólogo de los hombres de Avilés, que lo intentaron hasta el último segundo, pero sin recompensa.
Al final, derrota por 0-1 y tres puntos que vuelan del Manolo Maciá. El rival celebró la victoria en el vestuario como si de una final se tratara. Y no era para menos, ya que no es fácil conseguir tanta recompensa con tan poco juego.
Este domingo el equipo se desplaza hasta Hondón de las Nieves, donde a las 17:00 horas dará comienzo el encuentro que debe servir para comenzar a remontar posiciones en la tabla.